Arte textil dio inicio a su beca de verano con el joven Adrián, quien por segundo año consecutivo goza de esta oportunidad.
Concluyó su punto de cruz. Fiel a su amor por los gatos, decidió aprender el punto de cruz representando a uno de los felinos.
Tuvo una sesión dedicada a dialogar con Leyma, que con la ternura que le caracteriza conversó amablemente con él.
Su gato quedó listo y su «dueño» y el profesor contentos.
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