Nuestro Origen
Yalena Gispert y Carmen Salgado, se preguntaban por qué las personas sordas no participaban en los recorridos de Rutas y Andares. Yalena trabajaba como comunicadora de la Emisora Habana Radio y a pesar de saber que esta parte de la población no era el público principal, nunca se rindió con el fin de brindar a las personas con discapacidad auditiva un entorno donde pudieran aprender e interactuar con la sociedad. Luego de meses de investigaciones y colaboraciones, nace «Cultura entre las manos: Seña, interculturalidad y desarrollo», en la emisora Habana Radio y; se acuerda como fecha inaugural el 16 de noviembre de 2008, aunque el proyecto comienza a hacer el pilotaje de algunas de las acciones un año antes.
Durante el aniversario 489 de La Habana, Cultura entre las manos hizo su primer recorrido por la calle Amargura, para mostrar los valores patrimoniales de sus inmuebles y las principales obras de restauración y rehabilitación de la zona.
Desde diciembre de 2022 Cultura entre las manos cuenta con una sede en Calle Narciso López, entre la Avenida San Pedro y Enna, con un salón multifuncional para celebrar reuniones y conferencias; aulas, una biblioteca, un espacio de socialización en el patio interior y un aula taller.
Varias instituciones dentro y fuera de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana colaboraron para sacar adelante este proyecto, entre ellas la Dirección de Cooperación Internacional, Habana Radio, la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (ANSOC), la Facultad de Lenguas Extranjeras (FLEX) de la Universidad de La Habana y la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona.
Denominación
Aunque oficialmente este centro cultural dedicado a las personas Sordas, sus familiares y amigos se denomina Cultura entre las manos: Seña, Interculturalidad y Desarrollo, las personas Sordas lo han nombrado a lo largo de su historia, de manera coloquial Proyecto Belén o Proyecto de la Plaza de las palomas debido a que la mayoría de los encuentros iniciales se produjeron en el Convento Nuestra Señora de Belén y como punto de encuentro se estableció la Plaza de San Francisco de Asís, más conocida como Plaza de las palomas.