La Lengua de Señas Cubana (LSC) no es, en ninguna circunstancia, la «simbología» o la «mímica» de una lengua oral, en este caso, el español. Como todas las Lenguas de Señas, la LSC tiene una gramática propia y una serie de particularidades que le confieren, precisamente, el estatus de Lengua.
No obstante, es necesario potenciar su uso, desarrollo e incluir nuevas señas que proporcionen un acervo comunicativo y, por consiguiente, cultural, a sus usuarios. En ese sentido, la preparación de los guiones del Sistema de Acceso al Patrimonio de Forma Independiente (SAP) es todo un reto.
Primero que todo, porque muchas de las palabras que desde la oralidad pueblan el universo lingüístico del Patrimonio Cultural no tienen seña, lo que genera, además, un desconocimiento de aquello que no se puede nombrar.
En tal sentido, nuestro equipo se encuentra elaborando los guiones que recogen la historia y las características del lugar donde estará incertado el SAP, de conjunto con los usuarios de la LSC encargados de realizar la interpretación.
Ello, antecedido por horas de diálogos y de explicaciones, para que puedan comprender a cabalidad todo aquello que posteriormente van a señar.
El SAP es en este sentido, también, una herramienta de Educación Patrimonial.